Aurelio Pérez nació en 1935, en un pueblecito de la provincia de Soria llamado Barriomartín. Hijo de labradores y ganaderos, se quedó huérfano de madre a la temprana edad de 4 años. Aurelio, tan solo acudió a la escuela entre los 5 y los 10 años, edad a la que se hizo pastor y responsable de 250 ovejas.
Ya desde pequeño mostraba afición por buscar los nidos de las aves en el pueblo, como era tradición entre los chavales de la época. Andaba tras las urracas para criar alguno de sus pollos en casa y le costaba encontrar los nidos de las tarabillas, pero llegó a fabricar nidos para las collalbas, con tan buen hacer y tanta fortuna que estas aves los ocupaban a la temporada siguiente.
Fue trashumante, y bajó las manadas de yeguas desde Barriomartín hasta Villanueva del Fresno, en la provincia de Badajoz. Allí bregó también con las ovejas y tuvo su primer contacto con los lobos, un encuentro que no fue precisamente agradable, puesto que tuvo que defender al ganado de quienes serían sus más fieles compañeros de rodaje en el futuro.
Aurelio trabajó durante su juventud en diversos oficios vinculados al campo y la albañilería, después marchó al servicio militar en Huesca y finalmente emigró a Barcelona, ciudad en la que desarrolló diferentes trabajos hasta que su tío Domingo le consiguió un puesto como administrativo en una empresa de Madrid.
Su tío Domingo, trabajaba en el aeropuerto madrileño de Barajas y fue quien introdujo a Félix Rodríguez de la Fuente para controlar, mediante halcones, a las aves silvestres que dificultaban el tráfico aéreo. También sería él, quien ligaría más tarde a su sobrino Aurelio con el mítico y popular Félix.
Desde entonces, Aurelio no dejó de vivir ligado a la naturaleza en sus múltiples facetas: fue halconero en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, realizó censos de fauna en varias provincias españolas e impartió numerosas conferencias vinculadas a la naturaleza por diferentes puntos de nuestra geografía.
Muchos de sus trabajos han tenido que ver con la televisión y los documentales. Coordinó a los naturalistas en la producción de TVE ‘El Hombre y la Tierra’ dirigida por Rodríguez de la Fuente entre 1974 y 1980.
Aurelio Pérez con un par de ginetas a las que convirtió en estrellas televisivas.
Foto: Archivo Aurelio Pérez.
Colaboraciones en el cine
Trabajó como naturalista en distintas producciones cinematográficas y fue el responsable de adiestrar a la famosa grajilla conocida como “Milana Bonita” que aparecía junto al entrañable actor Paco Rabal en la película “Los santos inocentes”. Trabajó también para “La forja de un rebelde” y “Sombras de una batalla” películas dirigidas todas ellas por Mario Camus. En ésta última producción, tuvo la difícil misión de adiestrar a una bandada entera de grajillas.
Y en la película “Madregilda”, dirigida por Francisco Regueiro en 1993, convirtió en actriz a una chova piquirroja, de la que se quedaría prendado.
Aurelio trabajó como naturalista para las series de TVE de los años 80 “Silencio roto”, “La nave Tierra” y “Ciencia y vida”, dirigidas por el naturalista Joaquín Araujo. Más recientemente colaboró en las series televisivas “El Universo escondido”, “El paraíso encontrado” y “El reino salvaje” series producidas por la Compañía de Inventarios Naturales durante los últimos años.
También fue el director de los naturalistas de la serie “Osos y madroños”, producida por Ecofor en 1991, y colaboró en diversas producciones temáticas vinculadas a la naturaleza. Destacan, entre las más recientes, “El latido del bosque” y “Las montañas del lobo” dirigidas por el fotógrafo y cineasta Joaquín Gutiérrez Acha.
*(Extraído de la Revista Digital Fotonatura.org)
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